Si en los países de larga tradición democrática aparecen reflejos autoritarios tras cada atentado terrorista, no es de extrañar que lo mismo suceda en aquellos países todavía en transición. Como Túnez. Para contrarrestar este fenómeno, cerca de 50 ONG, tanto nacionales como internacionales, han lanzado en este país magrebí una campaña bajo el lema “No al terrorismo, sí a los derechos humanos”, que ha incluido la realización de diversas actividades y materiales, entre ellos un vídeo que recoge el testimonio de varios acusados de terrorismo que han padecido abusos.
“Durante el régimen de Ben Alí la tortura era sistemática y sobre todo estaba motivada políticamente. Ahora ya no. Sin embargo, esta lacra no ha desaparecido. Cada año se registran docenas de casos”, comenta Halim Meddeb, un abogado de la sección local de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT). “En la cuestión del terrorismo, y bajo la influencia de algunos poderosos miembros e instituciones, muchos ciudadanos creen que la tortura es tolerable”, añade.
El pasado verano, y al rebufo del atentado contra un hotel de la localidad turística de Susa, el Gobierno aprobó una nueva legislación antiterrorista que recorta las garantías ciudadanas y amplía las prerrogativas de la policía. Además, estancado en el Parlamento se halla un proyecto de ley para “la protección de las fuerzas de seguridad”. Ahora bien, no todo son malas noticias. El mes pasado, el Parlamento nombró a los miembros de la Comisión Nacional contra la Tortura, un órgano que contará con importantes poderes.
http://elpais.com/elpais/2016/05/09/opinion/1462792704_951371.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario